No es otra cosa que el ladrillo que se ha cocido demasiado y que está ligeramente deformado por zonas y su color no es uniforme.
Esto aparentemente podría resultar contraproducente si a decoración nos referimos, pero resulta mas que importante los aportes que estos aparentes «defectos» puedan brindar a la composición decorativa, permiten darle matices únicos a nuestros acabados, prueba de ello son las diferentes composiciones que se pueden lograr con el uso del Rococho.
A todo ello le agregamos variantes en el color de la fragua, formatos con cortes diversos, todo esto asegura acabados armoniosos para nuestros espacios.
Las tendencias en la decoración proponen el uso del Rococho como una gran alternativa decorativa.